sábado, 4 de julio de 2009

El paisaje impasible, heredero de los Becher

Por Daniel Merle, jefe de fotografía de suplementos de La Nación, Buenos Aires.

¿Qué hay detrás de una gran fotografía? Al contemplarla, encontramos rastros de la estética del autor, frágiles indicios de su formación como artista, sus influencias, sus preocupaciones existenciales. Pero no es tarea fácil comprender sus fundamentos conceptuales. En el caso de los fotógrafos de la Escuela de Düsseldorf, la base fundacional tiene nombre y apellido. Los fotógrafos y docentes Hilla y Bernd Becher fueron, en los años 60 y 70, el puente necesario entre la tradición de la fotografía alemana de preguerra y la visión impasible del paisaje urbano, reflejada en estos cinco autores que marcan el rumbo de la fotografía contemporánea mundial.

Las 45 imágenes curadas por Ludovico Pratesi, con el apoyo de un catálogo impecable, permiten apreciar no sólo el arte inquietante de estos maestros de la fotografía sino también el cómo y el porqué de su visión. Desde los años 30, el paisaje urbano fue habitualmente retratado por el fotógrafo callejero como flâneur . El hombre con su cámara que, sumergido en la multitud, se deja llevar por la corriente y dispara sobre una realidad fragmentada y cambiante, donde el sujeto principal es la figura humana.

El estadounidense Garry Winogrand, el más grande fotógrafo callejero, decía hace casi cuarenta años: "No hay nada tan misterioso como un hecho claramente descripto". Sus compatriotas contemporáneos Robert Adams, Stephen Shore y otros adscribieron a esta premisa con una mirada más decepcionada y distante. Se anticipaban al futuro, junto con los Becher, al fundar -sin querer- "la fotografía quieta".

A fines del siglo pasado y en los inicios del XXI el paisaje urbano se aceleró tanto que la capacidad del fotógrafo para captarlo se hizo casi imposible. Algunos autores decidieron cambiar de estrategia para describirlo. En las fotografías de Espacios urbanos la figura humana aparece rara vez. La monumentalidad de los lugares elegidos y la precisión técnica de las cámaras de gran formato, las alteraciones digitales inadvertidas, la apropiación de imágenes de archivos o la exacerbación del pixel son herramientas necesarias para retratar este paisaje. Lugares concretos de la actividad humana, donde la ausencia es el hilo conductor entre los diferentes autores. Grandes rascacielos en Shanghái, hoteles de lujo en Las Vegas, enormes bibliotecas, un túnel que no conduce a ninguna parte, un cerro polvoriento manchado por humildes construcciones en las afueras de Lima, escenarios del poder en la Argentina...

Sólo dos fotos ( May Day IV y Tote Hosen , de Andreas Gursky) muestran panorámicas de multitudes frenéticas, que no son más que una discreta manipulación digital para señalar de un modo preciso, casi quirúrgico, la desorientación del individuo frente a su entorno actual.

VISITAS GUIADAS . A cargo de Daniel Merle , Marcos López y Facundo de Zuviría . Ver días y horarios en www.proa.org