sábado, 29 de agosto de 2009

Mala situación profesional signa festival de fotoperiodismo de Perpignan


(Público. El diario español no identifica al autor de la foto)

Ya es oficial: el fotoperiodismo se está muriendo. El autor del diagnóstico es Jean-François Leroy, director del Visa Pour lImage, el festival de fotoperiodismo afincado en Perpiñán desde hace 21 años. ¿Más de lo mismo? No. Pocos encuentros vinculados a la imagen reúnen las características de esta cita que arranca hoy y que atraerá a miles de visitantes hasta el 13 de septiembre. Las treinta exposiciones repartidas por el casco antiguo de la ciudad permiten descubrir reportajes que pellizcan la conciencia.
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A modo de cumbre internacional, Irán, Afganistán, Irak, Pakistán, México y EEUU, entre otros, coinciden en Perpiñán. Múltiples miradas y sensibilidades con un único cometido: mostrar lo que habitualmente se esconde bajo la alfombra informativa. "Una alfombra monocolor, vencida por las pisadas apresuradas del día a día", apunta un habitual del festival que quiere ver entre hoy y mañana todas las exhibiciones que forman la columna vertebral del certamen.

"Profesionales de todo el mundo traen sus producciones más recientes y el éxito de público demuestra que la gente todavía se interesa por la historia del planeta", argumenta Leroy, que no se cansa de repetir que las imágenes del festival son una especie de "tarjetas de bienvenida al mundo real".

Una de las muestras que se puede visitar es la de Massimo Berruti, ganador del Premio del Joven Reportero con un trabajo titulado Pakistán, ¿Verdad o ficción?. La serie muestra las dificultades que tiene el país para encontrar su equilibrio a través de rostros invadidos por la incertidumbre. "Los pakistaníes no se dejan vencer por el miedo. A pesar de que desconocen los motivos de la situación actual, saben que la escalada de violencia pretende desestabilizar el país en favor de los que quieren intensificar la guerra", explica el joven reportero.

Uno de los escenarios más potentes del circuito del Visa es el convento de Santa Clara, que en esta edición alberga dos muestras teñidas de sangre. Los asesinatos de Madagascar en plena crisis política el pasado mes de febrero, capturados por Walter Astrada, y la aproximación a la Guatemala más sanguinaria de Miquel Dewever-Plana, dan cuerpo a dos muestras estremecedoras.

Dewever-Plana, preocupado por una sociedad que considera "enferma por sus propios demonios", lanza una cifra: 6.292. Este es el número de las víctimas asesinadas en Guatemala el año pasado. "Trece años después de los acuerdos de paz que pusieron fin a un genocidio contra la población maya", añade el fotógrafo.

Pero no todo son matanzas y desastres, a pesar de que eso es lo que reflejan la mayoría de los trabajos. La propuesta de Steve McCurry permite darse un respiro entre tanta crudeza. En Un momento vulnerable, este fotoperiodista de la agencia Magnum juega con escenas de la vida cotidiana apoyándose en el ritmo y movimiento de la luz. Las rutinas de la pesca y el ganado, los cánticos religiosos y los pregones del mercado ofrecen un viaje por la diversidad humana.

Un colectivo ahogado

Actualmente, sólo National Geographic sigue enviando fotógrafos a hacer reportajes in situ durante largas temporadas. Pero ningún medio lo hace ya para cubrir la actualidad. Los fotógrafos no permanecen mucho más de tres días en un lugar cuando les mandan a realizar un trabajo. El precio mínimo impera y los profesionales del sector consideran este periodo como un agujero negro. A pesar de las circunstancias, los hay que deciden correr con los gastos, hacer el reportaje y, con tiempo y paciencia, intentan venderlo.

"Muchas agencias aplican un tanto alzado que permite utilizar tantas fotos como se necesiten. Algo muy atractivo para revistas y periódicos dirigidos por gente a la que sólo le preocupa la rentabilidad. También se ha extendido la tarifa única. La prensa sufre, como todo el mundo. La generalización de todas estas prácticas ahoga no sólo a las agencias de fotografía que rechazan entrar a formar parte de ese sistema, sino también a los fotógrafos como colectivo", argumenta Leroy.

"¿Quién puede seguir produciendo? Y con producir me refiero a producir un tema de verdad, en profundidad, tomándose tiempo para quedarse en un sitio, observar, trabajar, comprender", lamenta el director del festival, que todavía sigue indignado por la cobertura que los medios hicieron de la muerte de Michael Jackson: "Se trataba de un artista inmenso, pero durante diez días SÓLO se habló de su muerte. Aún sabiendo que no haré amigos, debo preguntar: ¿un muerto en Los Ángeles merece el silencio absoluto del resto del mundo?".

Uno de los objetivos del festival es restablecer la función de la fotografía de prensa. El Centro Internacional de Prensa ubicado en el Palacio de Congresos recibe cada año, durante la semana profesional, a 3.000 profesionales acreditados y a 280 agencias representantes de cincuenta de países.

"Nos reunimos para no perder la perspectiva de la vivacidad de esta profesión, demasiado maltratada por reagrupamientos y reestructuraciones empresariales", añade Leroy, que pone un énfasis especial en subrayar que no pretende ser "el guardián de un parque de dinosaurios".

El salto multimedia

Una de las asignaturas pendientes del Visa pour lImage es abrirse a las creaciones realizadas para medios digitales y multimedia. "No estamos estancados, estamos abiertos a muchas cosas. De hecho, Samuel Bellondorf presentará su documental web. Es un trabajo muy interesante que ofrece temas de discusión que hay que explorar, como la definición de las reglas aplicables a Internet. Hace veinte años que ofrecemos productos multimedia en Perpiñán. Las proyecciones son multimedia, ¿no?", despacha un hombre que considera que, con la fotografía digital, cada vez hay más personas que hacen fotos y menos fotógrafos.

A pesar de las reticencias digitales, los organizadores del certamen barajan el proyecto de crear un premio de "documental web". A fin de cuentas, este es un festival optimista, en el que el fondo es siempre más importante que la forma. "La fotografía podria ser la sutil luz que modestamente cambiará las cosas", dijo W. Eugene Smith. Y así lo cree el equipo que organiza el Visa pour lImage.

jueves, 27 de agosto de 2009

Adiós a Ted Kennedy



Ciudadanos estadounidenses depositan velas y mensajes de condolencia durante una vigilia por la muerte del senador Ted Kennedy en Washington. AFP - 27-08-2009

miércoles, 26 de agosto de 2009

Recordando Lockerbie


Una mujer mira la lápida principal en el Memorial Garden del desastre de Lockerbie en el cementerio de Dryfesdale, en Lockerbie, Escocia, el 18 de diciembre del 2008. REUTERS / David Moir

El disparo


Soldados de la unidad de Infantería 1-32 de Estados Unidos disparan morteros de 81 mm al atacar a las fuerzas talibanes desde su posición en la aldea de Bargematal, Nuristan, el 22 de agosto del 2009. REUTERS / Oleg Popov

(Camera: Mark III; Focal length: 16 mm; Iso: 250; Shutter speed: 1/800sec; F-stop: f7.1; GBU Editor)

martes, 18 de agosto de 2009

10.000 Words selecciona 20 fotoperiodistas


La era digital ha revolucionado la fotografía, dice 10.000 Words al presentar la muestra "20 portafolios fantásticos de fotoperiodistas".
Los fotoperiodistas no sólo tienen acceso actualmente a cámaras de alta gama, con un aparentemente infinito número de posibilidades. Sus fotos, además, se pueden mostrar de muchas maneras, como las presentaciones de diapositivas y los paquetes multimedia.
Sin embargo, no importa el poder que la tecnología le da a la fotografía. Lo que importa es el ojo y la innata habilidad del fotógrafo, como lo muestran a continuación los trabajos seleccionados por Mark S. Luchie, el creador de 10.000 Words

1. Gerik Palmer 2. Chris Jordan 3. Natalie Behring





domingo, 16 de agosto de 2009

Un mundo cruel detrás del objetivo


Por Andrés Pérez (Público, Madrid)

Será porque una fiebre de realidad recorre el planeta en crisis. O quizá será porque, cuando el fotoperiodismo cae bajo mínimos rosa, una ventana se abre para los fotógrafos de arte. Pero la consecuencia está en los Encuentros Fotográficos de Arles, que este año celebra su 40 aniversario: los artistas de la cámara están cada vez más dominados por la búsqueda del realismo agudo, bajando a veces al naturalismo y a los aspectos más duros de la sociedad.
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El casco antiguo de Arles (Francia) acoge desde julio y hasta mediados de septiembre su festival anual de arte fotográfico, una muestra en la que nunca había destacado el interés por la gente corriente. Su fundador, Lucien Clergue, amigo de Pablo Picasso, es un fanático de las composiciones estilizadas, del detalle en cuerpos femeninos esculturales de laboratorio.

Aún así, un desconocido lituano, Rimaldas Viksraitis, se ha llevado todos los honores de esta edición con el galardón Descubrimientos. Del artista de 55 años, con 30 de experiencia perfectamente ignorados por la profesión, lo menos que se puede decir es que sorprende que su visión haya encontrado tanto eco. Con su cámara, ha circunscrito el mundo a una realidad mínima: su región rural natal, la de Sakiai, y la gente modesta.

Retratados con amor, pero también sin concesiones, para Viksraitis los hombres y mujeres de campo, rudos y hasta brutales, son los protagonistas de paisajes cómicos y de composiciones caóticas, algo buñuelescas. Un grupo se abalanza sobre una cabeza de cerdo recién cocida. Una madre se parte el culo de risa al ver a su hijo treintañero en cueros ante una gallina y detrás de un lechón.

El de Viksraitis es un trabajo marcado por el surrealismo y lo imposible, dentro de un hiperrealismo radical, una fotografía que casi podría ser amateur sino fuera tan perfecta y tajante, con un blanco y negro que casi duelen. Su trabajo, dice el fotógrafo español Carlos Spottorno, "navega entre el neo-neorrealismo mijailoviano y el surrealismo de Martin Parr". Spottorno califica de "brutal" al artista lituano, poseedor de "una visión de verdad fuerte y contundente".

Willy Ronis
En esta edición de Arles hay también una importante retrospectiva de un gran nombre de la fotografía del siglo XX: el francés Willy Ronis. No es un olvidado, pero su corriente, la fotografía humanista, sí había caído en desuso en los últimos 20 años. Para colmo, el nombre de Ronis había sido eclipsado por los de Henri Cartier-Bresson y Robert Doisneau, los dos grandes gigantes de esta corriente, que ahora todo el mundo celebra como si fuera una pareja sin aristas, muy útil para decorar una pared.

El parisino, a punto de cumplir 99 años, devuelve a la "fotografía humanista" el talante polémico que esconde bajo tantas risas, tantas escenas cotidianas, tantos chavales haciendo gamberradas, tantas fiestas proletarias en los barrios populares de París entre los años 30 y los 60.

Ronis fotografió todo eso, pero no se olvidó de ir a la huelga de las obreras de Citroën, donde captó el momento en que una líder convence a las chicas de pegar aún más duro a la dirección. Ronis se paseó por los bares de juergas en los barrios parisinos de mala fama, y no se olvidó de inmortalizar el "drama ferroviario" en que dos mujeres ya velan al casi muerto maquinista.

"Son gente que me inspira simpatía porque podría haber vivido con ellos, podría haberlos amado, podrían haber sido mis amigos. Por eso puedo imaginarles una vida a mi gusto", explica el abuelo en un vídeo de su retrospectiva.

Confiesa que, desde que tiene que andar con un bastón, no puede fotografiar más que desnudos femeninos en su estudio casero. Algo que antes, cuando podía pasearse días enteros por París, nunca hizo.

Entre el genio emergente, Rimaldas Viksraitis, y la bestia sagrada, Willy Ronis, el estadounidense Eugene Richards (una figura ya consagrada) presenta en Europa sus revelados. Este fotógrafo ha recorrido durante tres años y medio miles de kilómetros de carreteras secundarias, en busca de un testimonio: el de las casas rurales abandonadas de la norteamérica profunda.

Además de presentar este trabajo, Richards ha traído el emotivo diario íntimo del combate fallido de su esposa contra el cáncer. Y, por último, expone un alarde formal que, según confiesa, le llevó mucho tiempo: unos gigantescos paneles, collages de fotos y de texto, que sintetizan su obra Stepping through the Ashes, imágenes y palabras de los supervivientes, testigos y familias de las víctimas del 11-S.

Miles de fotógrafos retrataron la catástrofe, y no por ello forzosamente ayudaron a comprenderla. Los montajes de Richards, por hablar y retratar de los supervivientes, empiezan a ofrecer un camino para afrontarla.

martes, 11 de agosto de 2009

El rostro impenetrable


Foto de Diego Azubel (EFE)

Guardia de honor china durante la visita a Pekín del presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma. (Público, Madrid)

viernes, 7 de agosto de 2009

Cuarenta años de "Abbey Road"



La fotografía de los Beatles cruzando Abbey Road trajo consigo una gran polémica sobre su significado, según el diario Público, de Madrid. En la imagen, Paul McCarney camina descalzo en descoordinación con el resto de sus compañeros, y sostiene un cigarrillo con su mano derecha, algo que ha resultado sospechoso para muchos de sus seguidores, que sabían que el música era zurdo.

La observación llevó a muchos a pensar que la fotografía se realizó después de la muerte de McCarney, y que el personaje que aparece en ella es su doble.

Los afines a esta teoría consideran que la imagen es una especie de homenaje de sus compañeros y que simbolizaría un cortejo fúnebre: John Lennon, vestido de blanco, representaría a un sacerdote; Ringo, de negro, asumiría el papel del amigo que viste de luto; y George Harrison, vestido con ropa informal, representaría al enterrador. El coche negro estacionado al fondo completaría esta peculiar visión de la prestigiosa carátula.

miércoles, 5 de agosto de 2009

El México que duele


Christian Morales Rojas envió esta imagen en la que muestra a unos de los muchos desempleados en México que buscan obtener ingresos de alguna manera. Este hombre espera una oportunidad en las rejas de la catedral metropolitana. (BBC Mundo)